Llevo varios minutos con la hoja en blanco, con el cursor haciendo tic tac en la computadora, pero a la vez disfrutando este momento de soledad y es cuando pienso que no te necesito amor, pero te quiero y no es que te quiera encontrar desesperadamente, es que quiero compartir todo el amor que tengo adentro y es entonces cuando empiezo a escribirte estas líneas que espero leas algún día.

Querido amor bonito:
Te pienso, te siento y sobre todo te creo. Sé que algún día leerás estas líneas y si resuenan en tu cabeza y si vibran en tu corazón podremos tomarnos de la mano y convertirnos en equipo.
Hoy soy muy feliz con mi vida, me siento plena, me siento sana, me siento amorosa y justo así quiero encontrarte, cuando nuestras almas y corazones estén en sintonía. Así que sábete que no te necesito para nada, pero que te quiero para todo.
Sé que el amor no es ese encuentro con fuegos artificiales en los cuales solemos confundirnos, he aprendido que el amor se construye a través de hechos más que de palabras, a través de compartir las risas y los momentos difíciles, a través de hablar y hablar y hablar hasta conocer el último detalle de nosotros, pero sin dejar a un lado nuestra privacidad y que nunca dejemos de ser un misterio. Y es que quiero conocerte, pero también reconocerte cada día cuando abra los ojos y te vea, o cuando cierre los ojos y te piense.
No quiero que seamos una relación seria, quiero que seamos una relación sana, una relación leal, quiero una relación de risas, que las únicas lágrimas que salgan de mis ojos sean porque no podemos parar de reír, y que si un día lloramos o nos enojamos porque no hemos podido entendernos podamos hablarlo hasta comprendernos, porque sé que nunca seremos perfectos, pero no quiero que nos vayamos nunca a la cama enojados. Tampoco quiero que nos dejemos ir cuando estemos tristes, no importa si fue por algo que nos dijimos o que hicimos o si fue por algo más, porque nuestros abrazos serán lo único que nos haga sanar y porque un “lo siento” a tiempo sanará los raspones del corazón antes de convertirse en heridas.
No quiero que tengamos una vida para siempre, pero quiero enamorarnos y conquistarnos cada día y no importando cual fuere nuestro destino, quiero que seamos compañeros de vida. El camino no se elige, la compañía sí. ¿Quieres ser mi copiloto?
No quiero que me arregles o me compongas porque no estoy rota, tampoco quiero que seas mi terapeuta, ya tengo una y es muy buena, quiero que simplemente estés ahí, sólo para hacerme sentir que me cuidas y que me sostienes en caso de que lo necesite, porque suelo ser fuerte, pero a veces voy a necesitarte, porque la fuerza se toma de los abrazos de amor. Y yo también quiero estar para ti, algunas veces con mis múltiples teorías, mis consejos, mis remedios caseros para arreglar todo, mis chistes, otras más con mi silencio, pero sobre todo con amor para que nunca pero nunca dudes que estoy ahí cuidándote, apapachándote, sonriéndote y que mi dosis de abrazos es infinita. Quiero que nuestros brazos sean el lugar a donde acudamos cuando algo nos hace mal o nos pone chipil y que seamos siempre esa primera persona a la que le contemos las buenas noticias así sea que nos ascendieron en el trabajo, que estamos viendo un paisaje increíble o que nos mandemos un meme que nos hizo reír.
No te pido que me entiendas, a veces ni yo misma lo hago, sólo quiero que me comprendas, porque que así soy yo, tan loca como lista, tan de corazón de pollo como fuerte, tan soñadora como firme, tan chistosa como seria, tan tierna como sexy, tan de pijama de franela como con ese vestido escotado que tanto te pone, tan empoderada como miedosa. , que un día podré ponerme una espada y un escudo y luchar contra quien sea y al otro día necesitaré tus brazos porque me dio sentimiento una película o algo que dijiste. Y no quiero entenderte, quiero conocerte y quererte de buenas o de malas, triste o contento, así tal cual como le decía Mark Darcy a Bridget Jones: “I like you, just as you are”.
Quiero domingos metidos en la cama viendo series en la televisión que jamás veremos, porque estaremos durmiendo, comiendo pizza o teniendo sexo. Porque estaremos abrazándonos, porque estaré enredada entre tus piernas, porque estarás con el brazo dormido de tanto sostener mi cabeza, porque nos dolerán músculos que no sabíamos que existían de tanto reír y de tanto hacer el amor bajo las sábanas, sobre las sábanas y sobre el sillón y sólo nos meteremos a la ducha porque es el único lugar que nos faltaba para hacerlo.
Pero también quiero pasar momentos sin ti, porque extrañarnos nos hace bien, porque no quiero echar de menos tus mensajes diciéndome que me quieres o contándome el nuevo chisme de tus amigos o lo emocionado que estás preparándote para tu próxima carrera, o del último juguete que te compraste o lo mucho que disfrutas estar con tu familia. Quiero pasar tiempo sin ti porque me gusta escribir a solas, frente a un parque, porque así me llega la inspiración, quiero estar sola para construir nuevas aventuras que contarte y me sigas viendo con esos ojos de sorpresa que sueles verme cuando te cuento algo nuevo. Quiero pasar tiempo sin ti porque mi familia y amigos también son importantes y de paso quiero contarles de ti.
Quiero pasar días en que estemos solos, sin celular, sin llamadas, cocinándonos algo rico, contándonos cosas que jamás nos habíamos dicho, recordando la primera vez que nos vimos, que nos escuchemos siempre, no importa si es la cosa más boba o la cosa más seria, porque todo se trata de conocernos. Pero no sólo se trata de estar solos, quiero que vayamos a fiestas, a bares, a cantinas y nos divirtamos como adolescentes y sentirme orgullosa de que tomes mi mano frente a nuestros amigos o verte del otro lado del bar y que encuentres mi mirada y pueda coquetearte y mandarte un beso aunque llevemos años durmiendo juntos. Quiero darte un beso en el cuello tiernamente mientras platicas con tus amigos, antes de susurrarte algo caliente al oído para que cuando lleguemos a casa, un poco locos, un poco aturdidos de la fiesta, quizás con algunas copas, tengamos sexo como si fuera la primera vez y amanecer con un caminito de ropa por la casa, muertos de risa por la noche de anoche.
Quiero que tengamos sexo como locos, que experimentemos, pero también quiero hacer el amor contigo y que dejemos los caparazones debajo de la cama, porque sólo así tocaremos el cielo.
Quiero que estemos comprometidos pero libres, porque el desapego es el amor más bonito, porque tendremos la libertad de escogernos cada día, aún cuando haya una chica que te coquetee en esa cantina que tanto les gusta ir a ti y a tus amigos en sus noches de solteros, o cuando ese chico guapo del trabajo le de like a la foto que subí al Instagram y me diga que le gusto. Porque pudiendo elegir a cualquier otro aún así nos seguiremos escogiendo porque serán nuestros abrazos los únicos que sabrán cómo reiniciarnos, cómo sanarnos y porque sabremos que nuestro amor no tiene dudas pero tampoco ataduras, porque dicen por ahí que hay que construir amor en los cimientos de la libertad. El amor se da con los brazos abiertos y también con los brazos abiertos se suelta en caso de vuelo. o en caso de dejarnos de elegir.
Quiero que me mandes flores a la oficina sin motivo alguno, sólo porque sí, porque ese día te despertaste con ganas de sorprenderme y quiero escribirte una nota romántica en Facebook porque me inspiras a escribir bonito. Porque quiero que seamos esos novios cursis a veces aunque odies que nos tomemos selfies.
Quiero que coleccionemos sellos en nuestros pasaportes y que podamos recorrer el mundo viendo todo con ojos de niños, que tomemos millones de fotos para recordar, que me tomes fotos desprevenida, sólo porque te gusto, que nos comamos el mundo pero también que comamos por todo el mundo y que lleguemos de nuestros viajes con una pancita de felicidad. Y te seguiré eligiendo con esa pancita y aunque me cantes todo desafinado saliendo de la ducha en boxers, porque te veré con ojos de amor y sé que me dirás lo guapa que me veo en mi pijama de ositos mientras no me quiero levantar de la cama, porque ambos sabemos que la imperfección y los errores es lo que nos hace únicos. Quiero que nos amemos cuando menos lo merezcamos pero cuando más lo necesitemos, que nos quedemos juntos en la luz y en la sombra.
No quiero que me guste lo mismo que a ti, no quiero ser esa que finge que le gusta un deporte sólo porque a ti te gusta, pero puedo acompañarte a entrenar mientras leo un libro, puedo echarte porras, puedo disfrutar de lo que te hace feliz. Tampoco quiero que te guste lo mismo que a mi, pero ojalá me acompañes a ver las chick flicks que me apetezcan, aunque te duermas en el cine y que me abraces en la escena en que suelto una lágrima, aunque que me hagas una mueca diciéndome que sólo es una peli. No quiero que leas a los mismos autores, quiero que completes mi biblioteca. Y tampoco quiero que nos guste la misma música porque así complementaremos nuestra lista de Spotify y haremos una lista para cuando viajemos en carretera y cantemos a todo pulmón y tendremos boletos de todos los conciertos, de cumbia, de metal o del pop tour. Sólo quiero que nos gustemos tú y yo. El secreto de una relación no es el tipo de música que escuchen sino que ambos lleven el mismo ritmo.
No quiero que me des nada que no tengas, ni nada que yo no pueda darte, no quiero que me complementes porque estoy completa, no quiero que arreglemos lo que no rompimos, quiero que aprendamos el uno del otro, que aprendamos a sanar nuestras carencias por separado, pero también juntos siendo honestos y a luchar con nuestros fantasmas sin lastimarnos y que cuando estemos enamorados nuestros niños internos también se enamoren.
No es enamorarse del amor, no es enamorarse de ilusiones, es enamorarse de uno mismo para que el amor bonito nos alcance. El amor se da entre dos personas, no entre una persona y sus expectativas así que no quiero que pienses que con esta carta te estoy idealizando, porque los ídolos se caen, porque las expectativas duelen, porque el enamoramiento no es igual al amor, y yo quiero enamorarme de lo verdadero, de lo libre, de lo que me de paz, porque no quiero que me hagas sentir mariposas, quiero que me hagas sentir tranquila.
Querido amor bonito: Encuéntrame cuando te encuentres y hablemos de ti.
No te he buscado, pero te he encontrado, te leo y es complicado, pero atractivo. Noches y días de complicidad, más que de complemento, despertar y estar, y a veces no; unidos, pero con un espacio propio a compartir, de noches y días en compañía, pero también de independencia, teniendo plena conciencia que hay alguien que nos espera, que hay compromiso, y confianza.
Que gran texto, felicidades.
Hola, gracias por enviarla
Me pareció algo hermoso,
Me fascino, aunque crea que es algo impocible, también creo que sería lo más fantástico que alguien podría vivir.
Hermoso, me encanto cada expresiòn y reflexiòn de ese amor bonito