El otro día leí una entrevista a Irina Shayk –una de las top models más guapas del mundo, exnovia de Cristiano Ronaldo y actual date de Bradley Cooper–, una mujer que aparentemente parece perfecta y a la que nadie podría tomar por insegura.
Lo más interesante fue cuando dijo: “Una mujer se siente fea cuando tiene al hombre incorrecto a su lado. Y yo, alguna vez, me he sentido insegura. ¡Ya no me quiero sentir así nunca más!”. ¿Es en serio? ¿Una de las mujeres más hermosas del mundo se puede sentir insegura debido a un hombre?
Todas hemos pasado por ahí, pero no por culpa del sexo opuesto: somos nosotras mismas nuestros peores verdugos.
El novio de una amiga solía llamarla “gorda” todo el tiempo, aun cuando es una mujer bonita y nunca ha tenido sobrepeso. Se lo repitió tantas veces que un día acabó por creérseo, al grado de llegar a padecer anorexia y una depresión grave que la llevó directo al hospital con 10 kg menos. ¿El resultado? Dejó de ser una mujer feliz para volverse un trapo que sólo pensaba en cómo estar flaca para que él la siguiera queriendo y no la cambiara por nadie más.
Y aunque sería muy fácil culparlo a él, la única culpa era de ella y su mente, que no se cansaba de repetirse todos los días las cosas negativas que escuchaba hasta llegar a provocarse un daño irreversible.
Lo cierto es que vivimos en una sociedad en la que ser perfectas es una obligación. Crecemos viendo imágenes de mujeres esqueléticas en los medios de comunicación y constantemente somos bombardeadas por miles de mensajes con productos “mágicos” que nos harán supuestamente más bellas, aunque, en realidad, la única magia radica en dejar de ser nuestras peores enemigas.
Reconciliarte con tu cuerpo y volver a quererte no es imposible. Aquí te enseño cómo:
1. Olvida la dieta. Nadie tiene que matarse de hambre para estar linda, sólo tienes que saber qué alimentos mantener en tu día a día y cuáles dejar en el olvido (¡también aplica para las personas!). Comer frutas y verduras e hidratarte no es tan malo como creías cuando eras niña. Inténtalo unos días y sentirás la diferencia en tu cuerpo, en tu cara, en tu vida… ¡pero come! Comer es uno de los placeres más deliciosos del mundo, dejar de comer te llevará sólo a la enfermedad y la tristeza.
2. Cuida tu cuerpo. No porque quieres convertirte en top model ni para evitar que él note tus lonjitas (al final del día, a veces es en lo que menos se fijan los hombres), cuida tu cuerpo porque es el único que tienes y, así como es, ¡es hermoso! Y si lo cuidas, lo será aún más. Vigila tu peso y haz ejercicio, pero hazlo por salud, porque te quieres, no porque te odias. Ese es mejor aliciente.
3. Cambia de adentro hacia afuera. Ser bonita no es maquillarse, ponerse bien buena y vestirse bien. Ser bonita viene de cómo te sientes, de cómo te tratas a ti misma, de lo que proyectas, se trata del bienestar de tu alma. Cuando estás bien contigo misma, cuando sabes qué quieres de la vida y estás segura, hasta en tus peores fachas te verás brillante. Cambia tus sentimientos y tus pensamientos, luego puedes continuar con tu cuerpo.
4. Cuida lo que sale de tu boca. No sólo hay que cuidar los alimentos que entran a tu boca, hay que cuidar las palabras que salen de ella. Si te la pasas maldiciendo, quejándote, ofendiendo, nada bueno te vendrá de regreso. Abstente de quejas y maldiciones, verás cómo luces y te sientes mejor en unos días.
5. No dejes que otra persona te desvalorice. No escuches ningún comentario de nadie que no te valore. Si te encuentras en la historia equivocada, déjala. Aléjate de quien no te conviene y, sobre todo, ámate primero a ti. Quédate con quien te acepte a ti misma. No necesitas de ningún hombre que te haga sentir menos. Tu valor no tiene que ver con cómo te ve un hombre. Si estás al lado del hombre correcto, te hará sentir más bonita cada día.
6. Sé feliz. Como dijo Audrey Hepburn, las mujeres felices son las más bonitas. No hay duda. Dicen que la sonrisa siempre es tu mejor accesorio. Úsalo. Nunca sabes quién se va a enamorar de tu sonrisa.
7. Desintoxícate de lo que te hace daño. Antes de eliminar toxinas y grasas, elimina malos pensamientos, malos amigos, malas influencias, malos hábitos, angustias, preocupaciones y todo lo que te perturbe. Todas esas cosas te quitarán más peso de encima que cualquier dieta en el mundo.
8. Ten pensamientos positivos hacia a ti misma. Imagínate que ves en un restaurante a una mujer insultando a otra. ¿Qué harías? Seguramente te enojarías por la forma en que le habla. Sin embargo, lo mismo haces tú cuando te ves al espejo y te insultas. Ten pensamientos positivos hacia a ti.
Ama tu cuerpo sobre todas las cosas. Dite cosas bonitas, tu cuerpo las asimila y las proyecta.
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